Toda la vida me pregunte por qué, por que este garrón, por qué me lo tengo que comer yo? Pero ya me canse de tantos por qué. A lo mejor hay preguntas que no tienen respuesta. Ya sé que lo mío no tiene un por qué, porque me toco así; no puedo hacer nada. No se puede ser feliz con el dolor de los demás. Ya es hora de c a m b i a r .
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